El Reino de Hungría creado en el año 1000, se convirtió en una potencia en Europa, sin embargo, los constantes ataques de los
turcos otomanos lo debilitaron a lo largo de los siglos XIV y XV. Tras la muerte, en
1526, de
Luis II de Hungría en la
batalla de Mohács contra los turcos otomanos, el trono del reino de Hungría quedó vacante y una serie de disputas se sucedieron. El
emperador germánico Fernando I de Habsburgo trataría de pactar con el voivoda húngaro
Juan I Szapolyai
de Transilvania, quien también era contrario al rey de Hungría,
coronado tras la batalla de Mohács. Dicho acuerdo no lograría mantenerse
en el tiempo y eventualmente Hungría quedaría separada en tres partes:
una como el reino húngaro, gobernada por los
Habsburgo; otra como el
Vilayato de Buda después de la ocupación otomana en
1541, gobernada por los turcos; y desde
1570, la tercera como el Principado húngaro de Transilvania, que era vasallo de los otomanos.